EDITORIAL: Desde estas líneas quisiera manifestar una declaración de intenciones. Para que no queden dudas. Podemos parecer una página Web sencilla como el mecanismo de un sonajero, pero detrás de la inocente mano que maneja ese artilugio hay ilusiones y muchas personas que creen y que empiezan a creer en el proyecto.

No estamos subvencionados ni lo pretendemos en ningún momento. Pero si eres un inversor privado y te interesa invertir en nuestros artistas, escritores e investigadores, está claro que no te vamos a decir que no.

Lo que nos mantiene vivos es la creencia, firme creencia en una cultura universal, libre y gratuita, ajena a los designios de modas y tendencias políticas que impongan sus criterios comerciales y artísticos.

No vamos contra nadie, simplemente brindamos un espacio acogedor a nuestros colaboradores para que si pretenden seguir ese camino comercial, cuenten con una pequeña experiencia más: la que les proporciona este espacio que se alimenta de mucha ilusión.

Por todo ello, no nos escondemos y seguimos trabajando con honestidad. Puede que tenga un escaso valor en estos tiempos. Y, a pesar de ello, no nos importa lo más mínimo. 

Olga Becerra Pérez